jueves, 7 de marzo de 2013

El Jinete

Érase una vez, había una mujer llamada Ughala. Ella trabajaba en las minas de barro negro. Vivía en una cuevita, no muy lejos. Comía los gusanos de tierra, los cuales hervía cada noche con agua cochina fangosa. Así vivía. Los cielos estaban cubiertos por nubes.

Mas un día, el sol salio, y he aquí, un jinete montado sobre el caballo blanco le apareció. Asombrada, la mujer tartamudeó, pregúntandole, "¿Quién es usted?" Le respondió majestuosamente, "Soy un Rey; vengo de un mundo bien lejos. He venido por ti, para rescatarte.

Su apariencia la dejó pasmada, y se desmayó. Se despertó en una cama de seda blanca; los rayos del sol se arrastraron por el suelo, perezosamente. El Rey estuvo ahí, al pie de la cama. Su cabello descendía de su cabeza como una catarata de fuego. La miró en los ojos, y paz como el océano la inundó el corazón.

Pax in Christo

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